Erotismo y fantasías sexuales

Antes de empezar a hablar sobre el erotismo o experiencia erótica, considero importante definir dicho concepto. Para ello voy a utilizar la siguiente de la Real Academia Española, entendiéndolo como:

  1. Lo que excita el placer sexual.
  2. Cualidad de ciertos hechos y situaciones que estimulan la sensualidad.

Después de leer estas dos acepciones, a mi parecer algo vagas en contenido, me quedo con la definición de Javier Gómez Zapiain, profesor de Psicología de la Sexualidad en la Universidad del País Vasco, que  entiende como erotismo la expresión del deseo sexual en todas sus manifestaciones, es decir, es lo que popularmente se entiende como sexo. 

 

Pero… ¿qué entendemos por sexo?

El sexo o experiencia erótica no sólo es lo que entendemos como la conducta sexual explícita, sino también es la experiencia emocional que acompaña dicha conducta. Dicho de otro modo, la satisfacción en la experiencia erótica no va a depender sólo de la estimulación física, sino también del significado que le atribuya cada persona en cada momento.

Por esto, la experiencia erótica puede ser vivida de multitud de formas, siendo una de ellas con o sin intimidad corporal. Dicha intimidad es entendida como la capacidad de las personas para conectar con los niveles más profundos de uno mismo y compartirlos.

De esta forma, algunas personas pueden decidir vivir la experiencia erótica considerando el cuerpo de otra persona como un objeto altamente excitante y deseable sin tener intimidad. Para ello, sería importante considerar la existencia de un pacto previo, explícito o implícito, de que sólo se trata de compartir erotismo sin mayor implicación emocional.

Otras personas pueden necesitar sentirse enamoradas de la persona con la que van a compartir las relaciones sexuales. En estas situaciones, el erotismo consiste en compartir placer corporal, entendiéndose el cuerpo no como mero objeto, sino como la representación del propio Yo. Es decir, no se comparte sólo el cuerpo, sino lo más profundo de uno mismo.

Como se indica en el libro Comprende tus fantasías de Meg-John Barker y Justin Hancock, el sexo, no es sólo el contacto físico con otra persona, también es el contacto físico con uno/una misma en solitario, entrando en juego además las fantasías sexuales.

 

¿Qué son las fantasías sexuales?

Las fantasías sexuales pueden ser cualquier cosa, desde palabras, una emoción, una imagen fugaz. En ellas pueden estar implicados todos los sentidos, pudiéndose fantasear solo o en compañía. 

Pueden ser la forma de actividad sexual principal, o la única, de mucha gente, ya sea leyendo relatos eróticos o viendo las de otras personas a través de la pornografía o fotografía erótica y/o escribiendo las suyas propias o llevándolas a cabo.  En definitiva, las fantasías pueden ser una vía de comunicación con quienes tenemos relación sobre qué nos gusta, ofreciendo diversión y excitación. 

En muchas ocasiones las fantasías pueden ser consideradas un problema para la persona, ya que pueden fantasear con hacer algo que va en contra de sus valores o es políticamente incorrecto. Si a esto se le suma el tabú que existe alrededor de esta temática, la persona puede llegar a sentirse abrumada por sus pensamientos. Para ello puede venir bien observar dichas fantasías con calma y prestar atención a las reacciones ante ellas sin culparse por ello, ya que son ideas que aparecen.

 

Referencias: 

Gómez.J. (2009). Apego y sexualidad. Entre el vínculo afectivo y el deseo sexual. Alianza Editorial 

Barker, M-J y Hancock,J. (2022). Comprende tus fantasías. Editorial Continta Me Tienes